En el siguiente artículo veremos juntos qué son los probióticos, la diferencia entre probióticos y prebióticos, y por qué los probióticos también se recomiendan para los niños en caso de problemas intestinales o uso de antibióticos.
Probióticos para niños: ¿seguros y eficaces?
¿Qué son los probióticos?
El cuerpo humano contiene una mezcla de bacterias buenas y malas. Las bacterias malas provocan enfermedades, mientras que las buenas las combaten.
Los probióticos son una mezcla de microorganismos "vivos" que colaboran estrechamente con la microbiota intestinal.
Microbiota y microbioma son dos términos que a menudo se utilizan como sinónimos. Pero no lo son
- Por "microbiota" se entiende la población de microorganismos (bacterias, hongos, protozoos y virus) que colonizan un entorno en un momento dado.
- Por "microbioma" se entiende la totalidad de la composición genética expresada por la microbiota. Cada organismo vivo tiene su propio genoma, su propio patrimonio genético: el microbioma es el genoma de la microbiota, el patrimonio genético de todo el complejo de microorganismos del cuerpo.
El equilibrio de la microbiota intestinal humana es de gran importancia para el mantenimiento de una buena salud: la asociación entre microbiota y huésped es, de hecho, el resultado de numerosos procesos que han tenido lugar a lo largo de la evolución y que han favorecido la generación de una condición mutuamente beneficiosa (y, por tanto, favorable) tanto para los microorganismos como para el huésped. Cuando falta el equilibrio entre los diferentes elementos que componen el microbioma intestinal, hablamos de disbiosis, una condición asociada a la aparición de ciertas enfermedades (o al empeoramiento de su cuadro clínico).
¿Cuál es la diferencia entre probióticos y prebióticos?
Los prebióticos son sustancias contenidas de forma natural en ciertos alimentos que no son digeridas por el cuerpo humano:
- fibras hidrosolubles
- fructanos
- oligofructosacáridos
- inulinas
- lactitol
- lactosacarosa
- lactulosa
- pirodextrinas
- oligosacáridos de soja
Su función es promover el crecimiento de las especies bacterianas necesarias para el desarrollo de la microflora probiótica en el colon.
Aunque hay muchos alimentos que contienen estas valiosas sustancias, los prebióticos y probióticos de los alimentos pueden no ser suficientes para restablecer el equilibrio intestinal, por lo que a menudo se recomienda una suplementación adicional.
¿Son seguros los probióticos para el organismo de los niños?
Los probióticos son microorganismos vivos, principalmente bacterias, que normalmente habitan en nuestro intestino; son buenos, no causan enfermedades, al contrario, le ayudan a realizar sus actividades normales. El intestino de un recién nacido es estéril, pero luego se va colonizando poco a poco hasta albergar cientos de especies de microorganismos, que conviven en perfecta armonía y forman un delicado ecosistema.
Las bacterias probióticas, en particular las dos familias principales (lactobacilos y bifidobacterias), desempeñan un papel importante en el mantenimiento de este equilibrio, antagonizando con los microorganismos patógenos y produciendo sustancias antimicrobianas. Forman una barrera desplegándose como un pequeño ejército que impide la infiltración de otras bacterias. Además, como buenos soldaditos, hacen que el entorno sea hostil a los gérmenes invasores.
Obviamente, los fabricantes de complementos alimenticios que contienen probióticos deben seguir ciertas normas para comercializar estos productos, incluidas las directrices dictadas por el Ministerio de Sanidad, y deben garantizar la seguridad de sus productos.
Probióticos y prebióticos en los niños: la eficacia de los ingredientes naturales
La naturaleza suele acudir en nuestra ayuda y, en el caso de los suplementos que contienen prebióticos y probióticos, quizás con el apoyo de algunas plantas específicas:
EXTRACTO DE SEMILLA DE POMELO:
Gracias a sus propiedades antibacterianas y antimicrobianas, cuando se toma, limpia el intestino de especies patógenas y/o oportunistas, limitando la proliferación de microorganismos patógenos y aliviando así la tarea del sistema inmunitario.
UNCARIA:
La uncaria 1,2,3,4 es conocida en la literatura por sus propiedades de apoyo al sistema inmunitario, antioxidantes y calmantes.
ASTRAGALUS:
El astrágalo 5,6,7,8,9,10,11,12,13 se utiliza mucho tradicionalmente para reforzar el sistema inmunitario debido a su alto contenido en polisacáridos, sustancias con una potente actividad.
Está especialmente indicado en niños para favorecer el bienestar en periodos de cansancio, fatiga, astenia y en la convalecencia, sobre todo después de un tratamiento antibiótico.